Una relación que no está basada en una honestidad total, no es relación en absoluto. Más bien es un uso, y generalmente suele ser un uso inconsciente.
Amar a alguien implica que bajo ninguna circunstancia ni justificación vamos a manipular a la otra persona. Esto no tiene que ver con una cuestión moral, sobre lo que está bien y está mal, sino más bien con un descubrimiento que tiene lugar en la meditación, que se da cuando comenzamos a descubrir que el otro en realidad soy yo.
Hay parejas que están hace 20 años juntos, pero que en algún lugar recóndito de la relación, quizá mantengan cierta mentira por parte de alguno de los dos. Algo que se haya ocultado, como una infidelidad por ejemplo (con ocultar me refiero al hecho de que sé que si se supiera podría hacer que se finalice la relación y no al hecho de estar con más personas cuando digo infidelidad) o quizá con alguna otra cosa que sé que si quedara al descubierto, también podría hacer que se termine la relación. Es por esa razón precisamente, que se utiliza la mentira para poder evitar el conflicto y así continuar como si nada hubiera pasado. Pero en realidad paso de todo, porque la verdadera relación es energética. ¿Qué quiere decir esto? Que por más que manipulemos al otro a través de alguna mentira, la otra persona recibe un tipo de información que está en el plano energético.
En alguna oportunidad, cuando en las sesiones atiendo a parejas, comienzo a notar la dificultad que tienen para comunicarse, y suele estar asociado a un miedo profundo de mostrar la verdad de sí mismos. No una verdad universal, si no lo que es verdad para cada uno. De eso se trata la meditación, de mostrar lo que realmente somos.
Amar a tu pareja, no quiere decir necesitarla.
Y cuando necesitamos a otra persona para tapar nuestros vacíos, nos puede resultar muy difícil mostrar lo que sentimos y lo que pensamos. Es importante considerar la posibilidad de expresar la verdad y ver si la relación continúa. Si no continua, al menos se dan la oportunidad ambos, de conocer a otra persona con la cual se sientan más a gusto sin tener la necesidad de mentirle ni usarla. Y en caso de que la relación igualmente continúe, sin dudas será una relación nueva, donde ambos podrán mirarse, sabiendo que evolucionaran y crecerán juntos como pareja.