Bueno, generalmente cuando intentamos cambiar un hábito nos vamos a encontrar con anclajes emocionales. ¿Qué quiere decir esto? Que básicamente vamos a sentir desgano, que no vamos a poder hacer algo que sabemos que nos hace bien y lo vamos a dejar para más adelante, sabiendo que más adelante no lo vamos a hacer. Es como una mentira que nos contamos a nosotros mismos, para no tener que enfrentar las sensaciones de incomodidad que suelen venir acompañadas al momento de decidir hacer algunos cambios en nuestra vida.
Entonces, si no decidimos hacer un cambio en este instante, aquí y ahora, no lo vamos a hacer después. Me gustaría que observes que siempre dejamos los cambios para después porque consideramos que aún nos falta algo, o sea algo en la vida debería solucionarse primero para yo poder cambiar, ¿no? Bueno, esto es mentira son solo excusas. La realidad es que te estas mintiendo, para no salir de la zona de confort en la que has vivido siempre. Y encima algunas personas espirituales le llaman a esto Fluir cuando en realidad es… pereza. Y tiene que ver con la mente, y por lo tanto, con el Ego.
Vamos a investigar cómo podemos generar cambios en los hábitos diarios y ver la razón de por qué nos cuesta tanto hacerlo. En primer lugar, porque somos cortoplacistas. O sea, a la mente, lo único que le interesa es el placer inmediato. Este placer inmediato surge como una necesidad del ego para evitar la sensación del vacío del Ser. En cambio a nuestra esencia le interesa el disfrute, el entusiasmo y eso no tiene que ver con el placer inmediato sino más bien con una satisfacción, que nace a través de una observación total de la vida y no fragmentada. Veamos esto, porque puede prestarse para la confusión. Cuando nos identificamos con la mente vamos a mirar la vida siempre a través del pensamiento y el pensamiento mira la experiencia fragmentada -mente. O sea, que ve solo una parte de la experiencia, por ejemplo, si no tengo ganas de lavarme los dientes, asocio placer al hecho de no hacerlo, pero si observo la totalidad de la experiencia me voy a dar cuenta que después se me van a poner amarillos o con sarro, y me va a terminar generando mayores problemas a largo plazo. ¿Me explico? Parece un ejemplo bastante tonto, pero mi idea es llevar la meditación al vivir diario con ejemplos simples.
Pongámosle que terminaste de almorzar y no tenes ganas de lavar los platos, esto es algo habitual no? Bueno, pero si no los lavas, después los restos de comida se pegan y te es más difícil lavarlos después, me explico? Por lo tanto es mejor lavarlos en el momento. Bueno… con la vida pasa algo parecido, muchas veces no hacemos lo que nos conviene hacer porque no podemos ver la totalidad de la experiencia, y también porque estamos identificados con procesos de pensamiento y emociones que nacen de la división y que son cortoplacistas. Esto inevitablemente, va traer limitaciones y problemas a tu vida. Entonces cuando sabemos esto, comenzamos a ser los artífices de nuestra realidad y a movernos desde el Ser, haciendo lo que es mejor para nosotros y no lo que es mejor para nuestra mente.
Es muy importante aclarar que la mente, no es nuestra enemiga. Todo lo contrario, es una herramienta muy adecuada cuando está al servicio del Ser. Pero cuando esta pasa a tomar el primer lugar, o sea cuando nos empezamos a creer los pensamientos y emociones que provienen de ella, se puede volver una herramienta muy disfuncional y generar muchas limitaciones y sufrimiento. La meditación es clave para obtener claridad y así generar hábitos diarios que nos conduzcan a ser quien estamos destinados a ser.