Lo que hacemos en las sesiones privadas es hablar y comenzar un proceso de investigación mediante el cual la persona comienza a dar respuestas a algunas de sus inquietudes personales. Primero comenzamos a poner orden interno, revisando cuestiones emocionales que puedan estar atravesando como ansiedades, miedos, conflictos en las relaciones de pareja, padres e hijos, problemas laborales etc, y todo esto lo vamos trabajando desde la indagación meditativa.

Comenzamos a conectar con lo que sentimos aprendiendo a diferenciar los deseos del Ser a los deseos de la Mente. Este proceso es clave, porque gracias a la meditación descubrimos que no somos la mente ni sus pensamientos, sino más bien el espacio interno de Consciencia desde el cual surgen.

Desde este lugar, habiendo puesto orden interno, alcanzamos Claridad. La claridad es fundamental para saber quiénes somos y qué es lo que realmente queremos.

Generalmente confundimos los deseos del Ser con los deseos del Ego lo cual hace que nos embarquemos en perseguir metas u objetivos que realmente no queremos. Es por esta razón que aprendemos el arte de la meditación, para poder frenar, sentir y adquirir la sabiduría interior que necesitamos para poder comenzar a tomar decisiones de una manera mucho más consciente. Porque todo en la vida…se trata de decisiones.

Nosotros vamos creando la realidad a través de las decisiones que vamos tomando. Por eso es tan importante meditar, para observar si nuestras decisiones diarias coinciden con nuestro propósito interno y con lo que realmente deseamos.

Y recién ahí, es cuando comenzamos a trabajar en el plano material aprendiendo a utilizar las diferentes herramientas que nos brinda el Desarrollo Personal planificando y diagramando diferentes estrategias para hacer que las cosas pasen.