Cuando estamos viviendo esta experiencia, consideramos que algo en nosotros debe andar mal, o que en algo me debo estar equivocando porque si no, no sentiría lo que estoy sintiendo. Algunos profesionales de la salud inclusive lo consideran una enfermedad, y no estoy hablando de si es así o no, simplemente intento mirarlo desde otra perspectiva.

¿Qué sucedería si solo por un momento nos permitiéramos sentir lo que estamos sintiendo sin juzgarlo como bueno o malo?

Simplemente me detengo interiormente… freno y observo curiosamente que es lo que realmente me pasa. Más allá de darle un nombre a la experiencia, simplemente me quedo con la sensación en crudo, sin intentar “sanarla”. Muchas veces las palabras pueden confundirnos, y la “sanación” puede ser una forma sutil de resistencia disfrazada de espiritualidad.

Por eso, es importante no engañarnos a nosotros mismos. Este es el primer paso. No engañarnos consciente ni inconscientemente, y no es tarea fácil.

Veamos lo siguiente: Tenemos una imagen de nosotros mismos, de cómo nos deberíamos sentir, y de cómo debería ser la vida , ¿verdad? Si no, no nos resistiríamos a lo que es.

Cuando las cosas no van como deberían ir según nuestras interpretaciones, sentimos lógicamente, resistencia. ¿Qué es la resistencia? Sufrimiento, que es la negación de lo que es. O sea, para ser más claros, es la negación de mi experiencia, tanto interna como externa. Me relaciono con el mundo externo, de la misma forma que me relaciono con mi mundo interno. Lo de afuera es un reflejo de lo de adentro, pero en otro artículo hablaremos sobre eso.

Entonces, estar deprimido es estar presionado. O sea, siento o creo, que no puedo con la vida. Básicamente, lo que estoy sintiendo, es que la resistencia a lo que es me agota. Habitualmente, cuando estamos pasando una depresión tendemos a ser extremadamente perfeccionistas y exigentes en algunas cuestiones y eso nos deja exhaustos. Necesito soltarme, dejar la vida en paz, pero simplemente siento que no puedo hacerlo.. ¿verdad ?

De esta manera la depresión nos obliga a través del sufrimiento a soltarnos. ¿Qué sería soltarnos? Soltar la imagen que tenemos de nosotros mismos y de la vida y rendirnos a lo que es.

¿Por qué será que nos cuesta tanto rendirnos a lo que es? (A esto se le da el nombre de Milagro de la Rendición​, como nos recuerda Eckart Tolle en su hermoso libro, El poder del Ahora, que te recomiendo mucho que lo leas).

Porque la mente cree, que si nos rendimos nada va a cambiar. ¿Te das cuenta? Asocia al hecho de rendirse y a la aceptación con una inacción, cuando en realidad no es así. Desde la aceptación, surge una acción completamente diferente. Una acción consciente. Es como si de alguna manera la depresión fuera como una defensa psicológica que utiliza la mente para protegerte de algo, y lo que estamos haciendo ahora con esta investigación es relacionarnos de una manera distinta con lo que nos pasa y no luchar con la mente, sino más bien comprenderla, acercarnos a ella y ver cómo funciona. Muchas personas creen que rendirse es quedarse en la cama 24 horas, cuando en realidad lo que está sucediendo es que aún permanecen en estado de resistencia.

Hay una acción que surge de la rendición y de la entrega que siempre es la correcta porque no nace desde la lucha, sino desde la aceptación. ¿Y qué es la aceptación ? Amor.

No el amor que nace del sentimentalismo, sino el amor que está más allá del pensamiento y de todo lo que hemos aprendido.

Esta acción nace de la sabiduría, y esta sabiduría es la vida misma que siempre está a favor de la vida.

Todos los seres humanos conocemos la depresión, ¿quién no ha sentido a veces que simplemente la vida es demasiado?

Todo el mundo sabe de lo que estamos hablando, hay quienes lo reconocen y quiénes no. Lo importante es la historia que nos contamos a nosotros mismos, y ver cuánto de cierto hay en ella.

¿Qué mensaje tendrá la depresión? ¿Por qué me sentiré así? ¿Puedo aceptar lo que me sucede, al ver que simplemente al estar sucediendo, ya ha sido aceptado? ¿Te das cuenta a lo que me refiero?

Da igual si lo aceptas o no, ya a sido aceptado por que ya está sucediendo

Entonces, cuando vamos a la raíz y comprendemos lo que está sucediendo (​No entender, comprender. Entender es aceptar un concepto y comprender es experimentarlo, son dos cosas distintas)​ y vemos que la resistencia no nos trae un beneficio de repente comenzamos a tomar una actitud diferente. Es como si el sufrimiento de alguna manera nos llevara a soltarnos, a experimentar la entrega haciendo que todo el material reprimido salga a la luz y lo experimentemos. Como bien sabemos la naturaleza de cualquier experiencia siempre es impermanente y lo que sucede es que cuando algo se experimenta desde la raíz entra en un proceso de alquimia, de transmutación y de repente quizá notes que no es necesario liberarte de la depresión, sino más bien no identificarte con ella. ¿Comprendes? La depresión es inocente… es algo que simplemente anhela ser experimentado, es una parte de la vida que inteligentemente te lleva hacia lugares más profundos que de otra manera quizá serían más difícil de alcanzar. Con esto no estoy diciendo que todo el mundo debería experimentar la depresión, sino más bien aprender a relacionarnos con ella de una manera diferente. Observarla, comprenderla con una actitud amorosa y de aceptación. No somos un error, ni seres defectuosos… no hay nada mal en nosotros, estamos aprendiendo como todos. Solo que hay personas que necesitan pasar por experiencias así y quizá te sirva de consuelo saber que las personas más influyentes de la historia de la humanidad, han tenido y han pasado por depresión. Entonces, qué es lo que está bien y qué es lo que está mal ? Te invito a que si sentís la necesidad, comiences a reflexionar sobre todo esto.

Por momentos sentimos que todo pareciera estar en nuestra contra, no le encontramos explicación a algunas cosas que nos suceden y sentimos que nadie nos entiende.

Y quizá en medio de todo este aparente caos, descubramos que no somos ese caos. Sino más bien el observador consciente de ese caos. Es como si a través de la aceptación nos diéramos cuenta de que no éramos la tormenta en sí misma, sino más bien el ojo de la tormenta, ese espacio de quietud interior que percibe y observa la tormenta.

Y como dijimos anteriormente, todo las experiencias son impermanentes , pero lo que somos sigue intacto.

Siempre aparecerán tormentas, lluvias, días nublados, pero también hay días soleados, días de primavera y el cielo del cual surgen siempre permanece, ¿no? El cielo no se resiste a la tormenta, ni al día soleado, porque sabe que son impermanentes y al parecer de eso se trata la vida. Parece como que la vida quisiera que experimentemos no una sola experiencia, sino miles de ellas para recordarnos siempre que nosotros somos el cielo desde el cual surgen.

Quizás la depresión no sea un “error” y sea una de las maneras por las cuales la vida nos invite a descubrir algo que de otra forma sería muy difícil de descubrir, quien sabe…

Tu eres el cielo que siempre permanece.